Un número creciente de consumidores están dispuestos a pagar una prima para las frutas, verduras y otros alimentos etiquetados como «orgánico», pero sí van a obtener lo que afirma la etiqueta, es otro asunto.
Ahora los científicos que estudian los tomates convencionales y orgánicos están ideando una nueva manera de asegurarse de que las granjas están etiquetando sus productos adecuadamente. El informe, que aparece en ACS ‘ Journal of Agricultural and Food Chemistry , podría ayudar a prevenir el fraude de alimentos orgánicos. Sigue leyendo